lunes, 28 de mayo de 2012

Paisaje fantástico

Paisaje fantástico
Se define como imaginario aquello que no existe o que se encuentra en la imaginación, fuera de la realidad. Aplicado al paisaje, sin embargo, el concepto de paisaje imaginario puede tener dos sentidos muy diferentes: uno de radical, interno y onírico, en tanto que fenómeno que sólo existe gracias a la imaginación, el otro sentido es también muy interesante y, de hecho, afecta sólo al paisaje.




Hablando de pintura, hace ya mucho tiempo que utilizamos la palabra paisajes imaginarios o fantásticos. Joachim Patinir, "el buen pintor de paisajes", según palabras de Dürer, muestra en sus Weltlandschaften (paisajes del mundo) un panorama exuberante e inverosímil en el que aquello fantástico está presente en sus más diferentes formas. La sorprendente extensión de los enormes decorados paisajísticos se convierte, en su obra, en el escenario de un conjunto pictórico tan difícil de descifrar como las visiones espectaculares de un Bosch o de un François de Nomé. Después de él, el atributo 'imaginario' se aplica también perfectamente a Francesco Guardi o a Gaston Redon, o bien, en el siglo XX, a Salvador Dalí.
Ahora bien, el carácter fantástico, ficticio e imposible de estos paisajes no debe hacernos olvidar su aspecto completamente construido y simulado; aquello imaginario, a priori un símbolo de libertad total del espíritu, se inscribe a través del tiempo dentro de una sintaxis constrictiva y altamente retórica.

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